Parinaama Yoga fue creado por Ann Moxey, como un yoga terapeutico para liberar de encierros internos, como las emociones toxicas, el estres y los condicionamientos. Cuando le toco hacer su Servicio Social como Psicologa, llevo la disciplina al Refugio para Niños en situacion de Calle de Casa Alianza, que esta relacionada a Covenant House USA. Fue alli que comenzo a agregar mas recursos para la desintoxicacion, fortalecimiento y equilibrio al yoga que ofrecia. Esto mismo lo perfecciona cuando en 2003 lleva Parinaama Yoga como Taller de Manejo de Estres a los dos penales de Atlacholoaya, Morelos. Habiendo sufrido en carne propia altisimos niveles de estres durante los mas de 25 años que estuvo en la cobertura internacional de noticias para television, pudo apreciar y desarrollar una escuela de yoga verdaderamente sensible y efectiva, ya que ademas de las herramientas de las ocho ramas del yoga, que incluyen posturas, respiracion, relajacion profunda y meditacion, agrego recursos de la psicologia, de las escuelas de Gestalt, Logoterapia, Cognitivo Conductual, Psico corporal, Body Mind. Parinaama en sánscrito significa transformación. Esta escuela lo invita y permite.

COMO FUNDACION PARINAAMA, Parinaama Yoga tiene dos vertientes muy relacionadas:

1) Llevar el Hatha yoga como herramienta para prevenir y rehabilitar adicciones o dependencias de todo tipo/manejo estrés a personas en cualquier situacion de reclusion, incluyendo penales, centros de detención de adolescentes, geriatricos, casas hogar para niños de la calle, refugios para victimas de violencia, centros de rehabilitacion, DIF, ambulatorios de municipios, centros para la mujer, etc.; y,

2) Entrenamiento para Maestros de Parinaama Yoga – el yoga para el estrés, los apegos y las adicciones, – adentro y fuera de los penales.

Ann Moxey comenzó el proyecto de Yoga en el penal de Atlacholoaya, Morelos. Desde entonces decenas de internos, tanto hombres como mujeres, han tomado clases de yoga y manejo de estres, algunos hasta convirtiendose en maestros y maestras de yoga, gracias al primer entrenamiento ofrecido en penal en el mundo. Se ofrecio en Atlacholoaya, Morelos y tuvo el apoyo del Iyengar Yoga Center y voluntarios que ya apoyaban dando clases en este penal. Todo este esfuerzo fue totalmente voluntario. Las clases tanto del Entrenamiento como de las regulares de los viernes fueron impartidas por maestras y maestros de distintas escuelas y tradiciones de Yoga, la mayor parte de la CDMX, quienes, para hacerlo, necesitaban viajar hasta 6 horas.